Después de asegurar la localía en los dos primeros partidos, sin olvidar las complicaciones que presentó la Universidad Autónoma en el segundo juego, donde con menos de quince segundos por jugar, Cornelius Roberts les daba la ventaja desde la línea de libres, y sólo una “flotadora” a tres metros del aro de Lawrence Wallace, con el reloj en tres segundos le dio a Provincial esa apretada victoria por 97 a 96, el tercer juego de la serie se trasladaba hasta la ciudad de Temuco, aquel viernes 26 de noviembre del 2004, donde un gimnasio de De la Salle, con más de 3500 hinchas locales y sólo unos 100 hinchas visitantes, esperaba a Llanquihue, que venía con el cartel de favorito pero que debía superar a una UAS que presentaba en cancha a jugadores cono Zúñiga, Siegmund, Todd Williams y “Chuck” Robinson entre otros.
Llanquihue entró al campo de juego con Wallace, Campos, Arroyo, Tate y Briones y desde un comienzo pudo sacar diferencias en el marcador, con un ataque liderado desde la base con Wallace y apoyado en el juego interno de Tate y Briones, que a través de “high –lows” se combinaban para complicar a los internos locales y además para sacar diferencia de nueve puntos (17-26) en los primeros diez minutos.
No pasó mucho tiempo para que los dirigidos de Mario Spada reaccionaran, con el gran juego externo/interno de Todd Williams (el mejor jugador de la liga en esa temporada) y las explosivas apariciones de Siegmund, que dieron un parcial de 34 a 20 (constantes baches en el juego de Llanquihue esa temporada, que también se hacían presentes en ese juego) para los locales, que se iban al descanso con ventaja de 51 a 46, todavía con la esperanza de alargar la serie.
De vuelta en el rectángulo, el juego se mantuvo con extrema paridad, transformándose en un parcial donde no existían rachas muy largas por ninguno de los dos equipos. Con el trabajo constante de Wallace en la base, más apariciones oportunas de Troll desde la banca, Llanquihue contrarrestaba la gran noche de Todd y los inesperados aportes de Hernández en ofensiva, para ganar un parcial con muchos gol de ambos equipos por 28-26, dejando un 76-74 de cara a los diez minutos finales.
El último parcial fue de lo mejor que se vio en el año, comparable justamente al segundo partido de la temporada, en ese mismo gimnasio, donde Llanquihue pulverizó a la UAS (79-106), jugando sin Tate ni Espinoza. Apareció el gran Lawrence Wallace en todo su esplendor, dominando el tiro externo y siendo incontrolable para la defensa perimetral de la UAS, que por más que tenía la ventaja al comienzo del parcial y mantenía a un inspirado Williams, poco a poco fue perdiendo el control del juego, y se vio finalmente sobrepasado por una actuación brillante de Provincial en los últimos diez minutos, permitiendo sólo quince puntos en el parcial, y sacando su chapa de candidato, para poner un incontrarrestable 27-15 que dio un marcador final de 101 a 92 a favor de Provincial Llanquihue, que así llegaba a su cuarta final consecutiva.
Lawrence Wallace fue la figura de esa noche de viernes, anotando 37 puntos y liderando a un equipo compacto y que con gran solidez barría su segunda serie consecutiva (antes fue 3-0 a Ancud) y se instalaba en una final que se transformó en una de las más recordadas en la historia de la liga.
La foto fue tomada en la camarín después del gran triunfo en Temuco, con César Llantén, Rodrigo Espinoza, Jermaine Tate, Patricio Briones, Patricio Arroyo, Lawrence Wallace y José Luis Cárdenas, celebrando el paso a la final.
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