domingo, 27 de mayo de 2007

Únanse al baile

Jugando por lejos su mejor partido en lo que va de temporada, Provincial Llanquihue vapuleó a Deportes Ancud con un expresivo 100 a 76. A pesar de la sobresaliente actuación de Leo Méndez (32 puntos), la figura de la noche fue todo el equipo, que se vio con chispa, grandes cuotas de sacrificio y sacando a relucir el básquetbol que estuvo ausente en la primera fase del torneo.

Desde un principio Llanquihue se vio enfocado en su tarea de sacar adelante el partido. Con una agresiva defensa individual y un ordenado y fluido ataque, Provincial comenzó a sacar diferencias. A mediados de cuarto la ventaja era de dos posesiones, gracias a la capacidad de buscar el pase extra en cada ofensiva lo que permitía tiros de alto porcentaje en un equipo muy balanceado en este sector, con colaboración de los cinco jugadores (Robles, Vargas, Gallardo, Vera y Mendez) presentes en cancha. Sólo al final del cuarto, una falta técnica a Leo Méndez permitió a la visita cerrar el marcador (6 puntos consecutivos de Carlos Sepúlveda) y dejar la igualdad de 21 a 21 con la cual finalizó el parcial.

Para el segundo parcial Gallardo dispuso de Raimann, Campos, Collao y los hermanos Troll. Las diferencias en la cancha se marcaron de inmediato. Con una defensa zonal con Carlos Troll en la punta, dificultando el accionar de los bases y con una intensa defensa interior de Collao y Raimann sobre los internos de Ancud (Arroyo y González) Llanquihue le cerró el acceso al aro a los visitantes, además de dominar por completo su tablero defensivo. La tónica en ofensiva fue la misma del primer parcial, con mucha rotación de pelota y sin individualismos lo que permitió un goleo parejo donde las penetraciones de Campos y los cortes al aro de Collao sobresalían. Con cuatro minutos y medio por jugar la diferencia alcanzaba los diez puntos (36-26) y Llanquihue se establecía en el partido como dominador absoluto y sólo incomodado por un par de aciertos de larga distancia de Kruger y Oyarzo. Para cerrar el parcial Llanquihue siguió con la misma actitud y logró terminar el primer periodo con una ventaja de once puntos (50-39). En un cuarto de alto goleo cuatro jugadores de Provincial superaron los 6 puntos (Troll, Collao, Campos y Raimann).

El tercer parcial nos brindó momentos de básquetbol que rozaba la perfección. La figura de Leo Méndez logro agigantarse y con una racha de 8-0 Provincial lograba diferencia de 17 puntos con 7 minutos y medio por jugar. La gran intensidad de la defensa zonal, con los exteriores ajustando a cada tirador y los internos (Raimann y Collao ambos de gran actuación) cerrando el aro de Provincial y bajando cada rebote disponible. Esta defensa permitió correr la cancha, factor principal para dejar atrás a un Ancud que nublado y sin ideas, más un Patricio Arroyo de paupérrimo nivel, veía como las diferencias se alargaban y por el nivel de juego parecían imposible de remontar. Una racha de tres triples consecutivos del intratable Méndez dejó la diferencia en veintitrés puntos y hacía celebrar a un público que pocos pasajes de buen básquet había visto esta temporada. Para cerrar la soberbia actuación en el cuarto, Carlos Troll se despachó con un triple desde dos metros atrás de la mitad de la cancha, dejando en claro que esta noche era de Llanquihue. 75-55 finalizó el tercer período de juego.

A pesar de la diferencia establecida en los tres primeros parciales, Llanquihue siguió trabajando de la misma manera en ambos costados de la cancha. En ofensiva la rotación de balón por parte de “Leo” y los hermanos Troll, más la vital contribución de Raimann y Collao bajo el cesto daban a Llanquihue espacios abiertos para la penetración y tiros de alto porcentaje, así como la posibilidad de rebotes ofensivos que desmoralizaban aún más a los visitantes. La diferencia seguía sobre los veinte (84-62) con 7 por jugar y Provincial ya saboreaba la victoria. Corriendo, como en la mayor parte del juego, Llanquihue mantuvo la diferencia hasta el final, con pasajes donde el básquetbol desplegado era soberbio, con una activa defensa y una ofensiva que no cometía errores. El partido terminó siendo un baile, que ni locales ni visitantes esperaban. 100-76 fue el marcador definitivo para un partido dominado por Llanquihue de comienzo a fin y que alimentó las esperanzas de clasificación directa al cuadrangular final de Libsur. Jugando al nivel exhibido la noche de sábado las expectativas se incrementan aún más.

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